Esta será
probablemente la última entrada de este blog.
Desde que se creó en 1999, este
grupo de teatro creció hasta convertirse en uno de los grupos de teatro amateur
de referencia en Bizkaia gracias sobre todo a una buena dirección. Y cuando
esta dirección desapareció, el grupo languideció y mucha gente nos descolgamos
del proyecto, aunque aún sigue vivo gracias a Andoni, Iván y Raúl, que siguen
haciendo pequeñas cosas.
Porque era esa dirección la que nos animaba a dar
pasos adelante, a salir de nuestra zona de confort, a arriesgarnos y nos
acompañaba en ese riesgo hasta el punto de forjar una gran amistad.
Y ahora se
me ha muerto una amiga. Igual suena algo egoísta; ella tenía hermanos,
parientes y amigos más cercanos que yo pero me da igual. Puedo cargar con ser
un egoísta de mierda.
Se me ha
muerto una amiga. A mí.
Rosa Martínez-Alcocer,
mi amiga, ha muerto. Después de luchar casi dos años contra el maldito
carramarro, ha decidido que ya era hora de descansar y se ha ido. Y se ha ido
como era ella, con elegancia, poniéndose el mundo por montera. En el tanatorio,
una foto, una rosa roja, el mantón que uso en "Frida" y un poema de
Mario Benedetti. Ole tú.
Y en este
momento, mientras se oficia su funeral (no quiero poner "celebra"),
yo escribo esto en mi casa. Quizá alguien piense que soy un cobarde por no
asistir pero no me importa. También puedo cargar con ser un cobarde de mierda.
Muchos
recuerdos se amontonan en mi cabeza y muchos de ellos están en este blog. Si
alguien lo ha leído o lo lee, sabrá quién es porque su nombre aparece muchas
veces en él. Miles de momentos de risas, un par o tres de imponentes broncas
entre los dos (cuando un director de teatro y un actor están a solas,
intentando sacar una escena que el director quiere de determinada manera y el
actor no quiere darlo o no se atreve a darlo porque entra en zonas internas muy
conflictivas, las broncas son monumentales) y alguna que otra lagrima
compartida quedan ya para siempre en el archivo gordo de la memoria.
El taller de
teatro primero. Luego, obritas cortas haciendo de secundario del fondo mientras
los veteranos del taller hacían los protagonistas. Después, obras corales
compuestas de pequeñas escenas en las que eras el protagonista de tu pequeña
parte. Tras eso, una obra de teatro completa donde haces el principal
secundario, y al final, el protagonista de una obra completa; con sus ensayos,
preparación de vestuario, luces, coreografías, entradas y salidas, etc,etc... y
después de cada uno, una cerveza y un bocadillo en el bar más cercano,
comentando lo recién hecho y partiéndonos de risa. Y ella en cada uno de esos
momentos, riendo, aconsejando y compartiendo su experiencia de buena actriz.
No volverán a darse nuevos momentos de esos porque
ahora falta una de las partes y es insustituible.
Y no me hago
a la idea.
Pierdo una
buena amiga; mucha gente, una gran amiga y compañera; el teatro, una gran
actriz y una magnifica directora y el mundo pierde a una gran persona.
Agur, Rosa.
Te echaremos de menos.
Yo te echaré
de menos.
Aitor